La nuez

El nogal es un árbol introducido en Europa por la civilización romana como consecuencia de las distintas expediciones realizadas en la región pérsica.

Juglans Regia, es su actual nombre científico, el cual proviene de la contracción en latín de Jovis glans, que quiere decir “Bellota de Júpiter” algo que no es casual, ya que era considerado un alimento de dioses.

Así, llamamos nuez al fruto del nogal, la cual presenta una forma ovalada característica, de cáscara más o menos rugosa y en cuyo interior se aloja la semilla, también llamada grano.

La cosecha de la nuez se realiza a principios de otoño, aunque tras el secado, podemos encontrarlas disponibles todo el año.

 

¿Por qué las nueces?

El consumo diario de nueces aporta innumerables beneficios para la salud, gracias a su alto contenido en proteínas, vitaminas del grupo B, aminoácidos esenciales como la lecitina y aceite en forma de ácidos grasos omega-3.

Los ácidos grasos omega-3 mejoran la relación entre colesterol (HDL) y el (LDL), actuando sobre las arterias gracias a sus propiedades antiinflamatorias y de esta forma previniendo posibles accidentes cardiovasculares.

Por otra parte, el omega 3 es el encargado de ralentizar el deterioro cognitivo, tanto es así, que muchas personas relacionan este hecho a su forma singular de cerebro.

Contiene minerales como, el potasio, hierro, fósforo y magnesio, los cuales favorecen la relajación muscular, que participan en la transmisión del impulso nervioso, actuando como antioxidante y de esta forma, previniendo el estrés oxidativo.

Todas estas propiedades hacen que la presencia de nueces en la dieta diaria sea altamente beneficioso para tu salud.